12 de octubre de 2004

A mi sobrina Olivia

Montevideo, 20 de Noviembre de 1995
Hora Local 23:30

Hoy la historia me a entregado un titulo del que nadie puede despojarme. Hoy me he convertido en TIO.

Mi primer sobrina, gracias a mi hermano, ha nacido hace pocas horas en tierras germanas.
El motivo de esta carta es que algún día tu la leas o entiendas. Espero antes verte; pero de no ser así, he aquí mi escritura:

Señora Olivia Sosa Fadda:

Me llamo Aníbal Sosa, soy tu tío. Nací hace 35 años en un país lejano al tuyo. Lejano y chiquito, pero que como su forma lo indica, se parece a un corazón: cosa que todos levamos dentro, pero que entre nosotros nos une.
El país se llama URUGUAY, y es de los mas chiquitos de América, de AMERICA DEL SUR.
Aquí tienes una gran familia. Tienes tía, primos hermanos, abuelos, y todo lo demás.
Algún día espero veamos juntos los verdes de los ríos y los montes, que aunque no lo creas, no son los mismos verdes que tus ojos ven.
Hoy estaba trabajando en un taxi y me entere de tu nacimiento.
Alguien que estaba conmigo me dijo si no estaba contento, porque tu tío, o sea yo, no soy de exteriorizar los sentimientos. Quede quieto y contento.
Mas tarde cuando me encontré solo, en mi mundo sobre cuatro ruedas grité. Grité tu nombre y grité FUERTE. Y grité FUERTE porque estabas lejos. Y me puse un poco triste por eso. Pero tu con tu sonrisa distante, sin yo verte pero si sintiéndote, hiciste que se empañara el cristalino de este viejo loco. Entonces hice un alto en mi camino y dejé resbalar esa agua que nos surge muy de adentro, que nos cuesta tanto y a veces nos gusta tanto.
La sangre araucana y charrúa se mezclan en tu cuerpo para que le ganes a la vida, para que quieras a tus padres, y para que en el fondo, sientas esa curiosidad y nostalgia por ver, algún día no muy lejano, el ondular de las sierras y la majestuosidad imponente de la cordillera y sus valles.

Sobrina mía, se que tus padres te pondrán en el camino.
Se también que el camino será NUESTRO camino.
Sé que en el camino nos juntaremos.
Se que compartiremos alguna mirada en algún momento.

Y si algún día te sientes sola o triste, ¡fácil! Recorre con tu mente ese camino, solo un poco, y veras a un ?viejo tío loco? sentado en un banquito, tal vez con un mate en el bolsillo o una guitarra pintada en las manos, justo debajo de un cielo azul y piso verde.
Entonces habla con él, cuéntale cosas, y te iras feliz, con una flor pintada en tu inocencia.
Olivia, culminando tu primera carta, gracias por pisar la vida. Bienvenida, fuerza y hasta mañana.
Que sueñes con Pinocho.....
Tío Aníbal XXXXXXXXXX (Besos)

No hay comentarios: